sábado, 10 de marzo de 2012

La historia de los rayos X

(tema 4, eje 1)


Podemos decir que los rayos X son una forma de radiación invisible que se usan para tomar “fotografiás” de los huesos y de los órganos. Los rayos X pueden atravesar los tejidos menos densos del cuerpo, como la piel, la grasa o los músculos, pero no los huesos. Se han asociado con un riesgo muy pequeño de cáncer; principalmente de leucemia. Pero el riesgo es muy pequeño... Tras su descubrimiento los médicos reconocieron inmediatamente el potencial de la técnica para identificar fracturas, piedras en el riñon, quistes o tumores. Hoy en día también se utilizan para detectar el cáncer de pulmón o de mama.

El 8 de noviembre de 1895, el físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen los descubrió accidentalmente cuando experimentaba con rayos catódicos. En un principio los llamó rayos X debido a sus propiedades físicas desconocidas. Pero entonces hizo un sensacional descubrimiento: los rayos eran electromagnéticos, como las ondas de luz o de radio. También podían ser reflejados . Sin embargo se diferenciaban de los rayos de luz porque eran de muy alta potencia, lo que los hacía capaces de penetrar la materia sólida.
Wilhelm regalo al mundo la imagen que revoluciono la medicina: los huesos de la mano de su mujer con el anillo de bodas flotando alrededor del dedo anular. La excitación fue tan grande que, por ejemplo, se instalaron equipos de rayos X en zapatearías para que los clientes pudieran examinar sus pies a través del nuevo calzado, las parejas se hacían radiografiás de sus manos entrelazadas...

El efecto dañino de los rayos X fue conocido mucho después de su descubrimiento. Muchas personas murieron por el efecto de la radiación, o se enfermaron de leucemia. Poco a poco las personas han comenzado a portegerse de los rayos.

1 comentario:

  1. No está mal, pero hay dos pegas: es un poco corto y copias demasiado al pie de la letra...

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